TRES SENTIDOS
¿Y tú qué onda, pinche Gonzo?
Siempre he vivido a la mitad de dos mundos. Quizá de ahí mi inclinación a buscarle tres sentidos a las cosas y a encontrar trinidades en situaciones cotidianas. Abro este blog, para compartirte esa jiribilla que me gusta descubrir en cada experiencia.
Pasé la década de mis treinta años dedicado a los medios de comunicación y mis cuarenta a la sanación, tanto a la propia y como nuevo giro laboral. Por eso quiero empezar mis cincuentas, contándote las vivencias que combinan estos dos caminos, para darles un nuevo sentido en mi vida.
Se trata de tres temporadas de viaje. No son capítulos como serie de Netflix, sino estancias de un año que pasé en San Cristóbal de las Casas, El Potrero de Real de Catorce y Huautla de Jiménez; las dos primeras al terminar la Universidad y la otra, mucho tiempo después, en el camino de aprender un poco de medicina tradicional.
Un blog terapéutico
-Carta de mi psicólogo-
Hay algo muy extraño y bonito que pasa cuando te leo. No siento que estoy frente a las historias de alguien más, sino que hay una parte de esas experiencias que se mueven como si tocaran algo profundo en la vida misma. Eso que llamas “vidas espejo” funciona como una revelación tranquila que no sólo describe, sino que impacta en la forma en que miro las cosas.
A veces pienso que es justo lo que Jung decía con los arquetipos: Cuando alguien se atreve a narrar desde el inconsciente profundo, despierta símbolos que no pertenecen a una sola persona, sino que circulan y resuenan en la psique colectiva. Tus relatos y tus búsquedas activan esas capas compartidas que nos conectan a todos. En ese sentido, no es sólo leer un texto: Es entrar en una conciencia que dialoga con otra.
“A los elementos, mis Maestros y ancestros”
A mi hermana Sofía: un impulso elemental durante mi camino, una fuente de alternativas a nuestra enseñanza en común y digna depositaria de la magia que heredamos.